08
Ene
La evolución de las ruedas industriales a lo largo de los siglos
Índice
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Introducción
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Los albores de la rueda
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Las primeras y rudimentarias obras de ingeniería de las ruedas
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La evolución de las ruedas industriales
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La segunda revolución industrial (segunda mitad del siglo XIX)
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Las novedades del siglo XX
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Pruebas de comprobación y normas de seguridad para las ruedas industriales
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Las ruedas industriales más adecuadas para cada uso concreto
Introducción
Nos parece interesante dar no uno, sino muchos pasos atrás para analizar el acercamiento del mundo industrial a las ruedas para usos profesionales y cómo estos procesos se hayan desarrollado a lo largo de los siglos.
Los albores de la rueda
La rueda es una pieza mecánica de forma redonda, que gira sobre un eje que pasa por el centro. El nacimiento de este elemento ha representado sin duda un hito histórico muy importante para el transporte terrestre. De hecho, la rueda ha permitido al hombre transportar objetos pesados, liberándolo de la necesidad de llevar la carga solo o con la ayuda de animales.
Según los estudios, el descubrimiento de la rueda ocurrió durante la civilización Mesopotámica (que surgió alrededor del IV milenio a.C.), con especial referencia a las poblaciones del Asia central, con evoluciones y aplicaciones que involucraron los pueblos chinos. Parece, además, que no se conociera en África subsahariana y Australia antes de que empezaran los contactos con el resto del mundo.
Las primeras ruedas eran porciones de troncos de árboles en forma de disco con caras paralelas, fijadas en los dos extremos de un eje por medio de cuñas de madera.
Las ruedas de radios, más ligeras, inicialmente se realizaban con tan solo cuatro radios, que luego llegaron a seis y, más tarde, ocho. En Teherán, en el Museo Nacional de Iran, está expuesta una rueda de 12 radios que se remonta al año 2000 a.C.
Mil años después (aproximadamente 1000 a.C.), la necesidad de reducir el desgaste excesivo de la parte más externa de la rueda estimuló a los Celtas en la búsqueda de sistemas de protecciones eficaces.
Las primeras y rudimentarias obras de ingeniería de las ruedas
Alrededor de 300 a.C., el primer método para reforzar las ruedas y permitir su uso durante un tiempo adecuado consistía en clavar unos clavos con cabeza ancha en la banda de rodadura, uno cerca del otro, para formar una banda de metal contra el desgaste; en un segundo tiempo se zunchó completamente con un anillo de hierro.
En los siglos posteriores hubo periodos de progreso y periodos de estancamiento, dependiendo de las diferentes culturas y su conocimiento de los materiales.
Un avance importante se dio a finales del siglo XIX, cuando se diseñó y fabricó a escala industrial la rueda fundida. En tiempos más recientes, a principios del siglo XX se realizó la primera rueda fundida con revestimiento de caucho vulcanizado.
Cuando se comercializaron los primeros vehículos con tracción mecánica y, al mismo tiempo, creció la industria metalúrgica, la rueda también evolucionó para adaptarse a los nuevos medios de transporte, sin olvidar el enorme desarrollo alcanzado con los conflictos bélicos.
En esa época (hacia 1930) se creó el soporte, una pieza fundamental para el uso moderno de la rueda, con el consiguiente boom para los usos domésticos más diversos.
La evolución de las ruedas industriales
Empezamos con un supuesto especialmente relevante sobre las ruedas para uso profesional: el soporte industrial nace como elemento indispensable para desplazar manualmente los carros con cargas muy pesadas. El soporte apareció a principios de la primera revolución industrial (1760-1780) en el sector textil-metalúrgico, gracias a la creación de la lanzadera volante y de la máquina de vapor.
Aún considerando el aumento exponencial de los volúmenes de producción, la rueda de metal (fundición o hierro), colocada debajo de estructuras más o menos específicas, todavía lograba satisfacer las exigencias de la época. El cojinete de bolas todavía no había sido inventado y el cubo era con agujero pasante.
Gracias a la invención francesa del cojinete de bolas para las bicicletas, el soporte industrial pudo dar muchos pasos adelante, con las primeras producciones de ruedas con cojinetes de bolas y rodillos.
La segunda revolución industrial (segunda mitad del siglo XIX)
Llegamos así a la segunda revolución industrial, entre 1870 y 1880, que coincide con la introducción de la energía eléctrica, de los productos químicos y del petróleo.
En el ámbito de las ruedas industriales, la principal novedad en esos años es la invención del caucho vulcanizado, por Charles Goodyear.
La vulcanización consiste en la capacidad del látex de caucho de combinarse con el azufre a altas temperaturas y convertirse en un producto con propiedades mecánicas y físicas superiores a las del caucho crudo.
A partir de ese momento, las ruedas industriales podían ser de metal o tener un bandaje de caucho, con cubo con agujero pasante y cojinete de rodillos. Por supuesto, esta novedad aumentó sus posibles aplicaciones, permitiendo un desplazamiento más sencillo sobre superficies lisas. El crecimiento económico disparó la demanda de ruedas para el desplazamiento de máquinas y carros.
Las novedades del siglo XX
Es en el siglo XXI, pasado el compás de espera de la Gran Depresión de 1929, cuando nació la rueda pivotante (o con soporte giratorio) y, por consiguiente, se multiplicaron las posibles aplicaciones de los soportes industriales.
Al mismo tiempo, el desarrollo de la química favoreció nuevos hallazgos. Las otras etapas importantes fueron: la introducción de la baquelita (1909), la realización del caucho sintético (1930), la polimerización del nailon (1935).
Estos descubrimientos favorecieron la creación de soluciones nuevas: nacieron las primeras ruedas de plástico y aumentaron las posibilidades de realizar bandajes de caucho sintético.
En 1940 se creó el primer neumático de caucho sintético, permitiendo adaptar también la rueda neumática a los soportes.
Durante la Segunda Guerra Mundial los sectores químico y metalúrgico conocieron una gran aceleración, preparando el camino para el crecimiento económico de la posguerra.
En 1955 nació el caucho sintético del polímero del isopreno, el poliuretano. En 1954 el químico italiano Giulio Natta produjo el propileno isotáctico.
El desarrollo de la ergonomía y la consiguiente demanda de sistemas de desplazamiento ergonómicos, junto con un mayor bienestar colectivo, favorecieron en esos años la producción de muebles, ampliando la gama aún más.
Hoy en día, los soportes se pueden fabricar de acero, plástico, acero inoxidable, aluminio y zamak. Las ruedas industriales pueden ser de metal, metal con revestimiento de caucho o poliuretano, plástico termoestable o termoplástico, plástico con revestimiento de caucho o poliuretano, neumáticas con núcleos de metal o de plástico.
Las aplicaciones también son diversas: del sector médico a la industria, de los muebles a la restauración.
Las ruedas se adaptan a cualquier tipo de superficie, gracias a las innumerables variantes que se han desarrollado a lo largo del tiempo y pueden soportar cualquier tipo de carga.
Pruebas de comprobación y normas de seguridad para las ruedas industriales
La necesidad de garantizar la seguridad, además de comprobar las prestaciones reales, impulsó los fabricantes a realizar, en 1980, una máquina de prueba para las ruedas y sus soportes. Los parámetros iban de 30 a 2000 kg, con velocidad de desplazamiento no superior a 16 km/h.
El proyecto fue financiado por el Gruppo Ruote & Supporti di Anima e instalado en el Cerisie (centro de investigación y desarrollo de los elastómeros). La misma máquina sigue estando disponible hoy día para llevar a cabo pruebas de comprobación de las prestaciones sobre cualquier tipo de rueda o soporte.
Algunos años más tarde, en 1988, los fabricantes europeos decidieron perfeccionar las normas existentes para reglamentar el uso de las ruedas industriales y sus soportes en aplicaciones y sectores específicos. Por ejemplo, ruedas para circular en los hospitales, ruedas para los andamios móviles, ruedas para los contenedores de basura, definiendo los estándares correspondientes.
Las empresas italianas participaron con entusiasmo y competencia en la realización de este proyecto. Gracias a la habilidad de sus técnicos, Italia fue elegida para coordinar el trabajo de conversión de todos los proyectos en las normas UNI - EN e ISO resultantes.
Las ruedas industriales más adecuadas para cada uso concreto
En conclusión, la necesidad de desplazar de manera ergonómica - manualmente o con tracción mecánica - cargas y productos, junto con la demanda de la sociedad moderna de reducir el cansancio en cualquier actividad, son los factores que han determinado el éxito de las ruedas industriales a lo largo de los siglos. Un resultado que los principales productores han logrado alcanzar gracias a su capacidad de satisfacer las necesidades del mercado, aprovechando todas las tecnologías disponibles.
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